miércoles, 29 de junio de 2016

Esta calle es de Toledo

Uno de los problemas que solían tener las ciudades como Toledo siglos atrás venía dado por el espacio. Es verdad que su casco queda determinado por su historia, una ciudad encajonada, rodeada de murallas y un río, determinada por una influencia morisca de varios siglos, calles intrincadas y sinuosas, calles y callejones, muchos sin salida, recovecos constantes, llevándonos incluso a perder el norte de nuestra propia brújula y creernos perdidos tal cual Teseo sin hilo en el laberinto de Minotauro. Mitologías aparte, la actual disposición de la ciudad se produce por el aprovechamiento extremo de los espacios intramuros, uniendo solares adyacentes o tendiendo puentes con otros situados en la acera contraria, llegando incluso a apoderarse de vías públicas. Seguramente muchas calles, travesías, pasajes, costanillas, etc, han sido fagocitadas por esa necesidad de crecimiento de la propia ciudad y sus habitantes. Aún así nos encontramos con ejemplos en los que los poderes públicos han hecho sus deberes (las menos de las veces, todo hay que decirlo) y se ha conseguido que esos viales de titularidad pública hayan seguido en manos de los ciudadanos. Para ello, y por si quedaban dudas, se fija un cartelito que lo deja bien claro: "Esta calle es de Toledo". Y para muestra un botón, aunque hay otros por la ciudad.

Publicado el 9/10/2013