domingo, 26 de junio de 2016

Una historia en cada calle.

—Ya te lo he dicho Manolo, que yo no reparto las cartas por esa calle.
—¡Venga hombre! No me irás a decir que a estas alturas tienes miedo de pasar por una calle porque su nombre sea ese.
—Pero ¿tú ves normal que se llame Callejón de los Muertos? Que no tío, que no paso ¿Por qué se llama así?¿No sería más lógico callejón de ¡yo que sé! el nombre de un pintor, o de un poeta. ¿Callejón de los muertos? Eso no es normal ¿Qué se esconde ahí?
—Venga cagueta, dame todo el correo de esa calle que lo entrego yo.
—No te creas que me importa parecer miedoso pero ¡zape! los muertos cuanto más lejos mejor.
—A los vivos son a los que debes tener miedo y no al nombre de una calle.
—Pero ¿por qué se llama así?
—Pues alguna historia tendrá detrás. No creo que sea porque les da a los muertos por perseguir carteros a las once de la mañana, memo. Toledo es una ciudad muy antigua. Fíjate qué cantidad de nombres raros hay en sus calles.
—Que sí que sí, pero Antonio el de la oficina me dijo que también hay un Callejón del Diablo, y otro del Infierno ¡En qué hora pedí el destino a esta ciudad!¡Con lo poco que me gustan esas cosas!
—Bueno, voy a ello que si no luego me dan las tantas.
—Vale, y gracias por repartir las de esa calle.
—Por cierto ¿te toca a ti la Cuesta de San Justo?
—Sí ¿por qué?
—¿Sabías que hay una casa en la que dicen que pasan cosas raras?
—Pero ¡¿qué me estas diciendo?! Tú me quieres matar ¿a que sí? Sí, ya lo decía mi madre que no me moviese del pueblo y que me ocupase de la tienda, y yo me vengo aquí. ¡Ay que desgracia!

Callejón de los Muertos: Calle que rodea el ábside de la iglesia de San Andrés y que antiguamente sirvió como cementerio para los feligreses de dicha parroquia.

Publicado el 3/07/2013